Muchas mujeres, incluso de bajos recursos, usan cuentas de ahorro, tarjetas de débito o tarjetas de crédito de instituciones financieras. Aun así, quedan pendientes importantes en la agenda, especialmente referente a segmentos concretos de mujeres y regiones específicas del país.
Un segmento que destaca son mujeres emprendedoras y dueñas de pequeñas empresas. Muchas de ellas usan una cuenta o una tarjeta para realizar pagos. No obstante, faltan productos y servicios adecuados a sus necesidades. Dos ejemplos importantes son los seguros para abatir los riesgos de pérdida de patrimonio cuando se presentan emergencias inesperadas y los productos de ahorro para el retiro para formar patrimonio y evitar situaciones de pobreza en la tercera edad.
Otro pendiente en la agenda es promover la generación de mayores ingresos para mujeres. Muchas mujeres reciben sueldos menores que hombres por el invisible techo de cristal en las empresas o por el nivel educativo que alcanzaron y que no les permite obtener puestos mejor pagados. Además, muchas mujeres dedican una parte importante de su tiempo al cuidad de hijos o de adultos mayores de la familia. Este es un trabajo sumamente importante y valioso, pero no está considerado ser remunerado. Por lo mismo, muchas mujeres generan ingresos y patrimonio mucho menores durante su vida que hombres.
De esta forma, en México al igual que en otros países, nos encontramos con varias tareas importantes en la agenda:
- Identificar adecuadamente diversos segmentos de mujeres y sus necesidades financieras y de servicios financieros específicos
- Profundizar la inclusión financiera de mujeres, entre otros enfocado a abatir consecuencias financieras de emergencias y riesgos de la vida
- Dejar atrás la idea que el trabajo de mujeres tiene menos valor que él de hombres
- Apoyar a las mujeres para generar patrimonio para su tercera edad
- Concientizar a las instituciones financieras que las mujeres no son una “minoría” si no un factor relevante de mercado
- Asegurar que mujeres tengan mayor conocimiento financiero y más seguridad en sus capacidades y decisiones financieras, partiendo de sus propios objetivos y ofreciendo capacitación adecuada a sus estilos de aprendizaje y mecanismos de apoyo basados en metodologías de la economía del comportamiento.
- Diseñar servicios financieros que toman en cuenta necesidades y condiciones de las mujeres, entre ellos su administración de tiempo, el tipo de negocios que generan, su lealtad de pago y su rol como jefa de familia.
Inclusión financiera de las mujeres es un factor decisivo de desarrollo local y regional, porque mujeres se encargan de desarrollar a sus familias y porque como emprendedoras generan empleo para otras familias de su localidad. Tan solo por ello es necesario seguir fomentando la inclusión financiera de las mujeres.